LA COLUMNA, desde mi punto de vista. Por Ruddy Girón. Clase del 27/09/08.

LA COLUMNA

Empezaré por definir los rasgos que caracterizan la columna. Adelanto que mencionaré aquellos sobre los que en la actualidad existe un acuerdo unánime, y subrayo lo de en la actualidad como una precaución, porque, como los géneros son hechos culturales e históricos: es decir, son producto de la creación humana (no son objetos naturales) y tienen biografías: nacen, cambian, se transforman, e incluso desaparecen, nada obliga a que la columna de nuestros días siga siendo la columna de mediados del siglo XXI.

El primero es la firma fija. Es tan de sentido común que la columna va ligada a un nombre que da cierto apuro decirlo, pero es una de las alusiones constantes. Así, Jiménez Losantos dice que la columna “es lo que se empieza a leer por el nombre”. Dicho sea de paso, este rasgo explica por qué el título de una columna, aun teniendo su importancia, no es tan decisivo a la hora de captar a un lector (por lo menos cuando el columnista ya se ha ganado un prestigio).

Es tan cierto lo de la firma y el nombre que con las columnas suceden al menos estos cuatro asuntos:

1) Mientras que al enfrentarnos con las noticias y los reportajes pensamos “ a ver qué se dice aquí sobre este tema”, en el caso de las columnas nos viene a la cabeza algo así: “Vamos a ver qué dice este columnista sobre este tema”.

2) El columnista cuenta “lo que le pasa”, mientras que en el resto de los artículos de un periódico se cuenta “lo que pasa”. El acento se pone en la firma, en la persona.

3) Se dice que el periódico tal informa de algo, mientras que se dice que fulanito de tal afirma algo en un periódico determinado.

4) En principio, la responsabilidad judicial de lo que se dice en una columna compete al columnista no al periódico.

Por lo dicho, se ve que la firma es un rasgo necesario, pero inmediatamente hay que añadir que no suficiente. ¿Qué otras características debemos encontrar en un texto para llamarle columna? Los mencionaré sin demasiadas explicaciones, porque no se necesitan.

Sección fija. el texto no aparece necesariamente en la misma página; pero desconcertaría que apareciera en cualquier página del periódico. Además sería un síntoma evidente de que ese columnista no tiene una abundante clientela fiel. En general suele respetarse también la paginación

Asiduidad o frecuencia de aparición. No es necesaria una periodicidad fija; eso sí, tiene que haber una continuidad que sea percibida por el lector.

Por ejemplo, la columna y el comentario son distintos en razón de esta característica y otra que se deriva de ella: la intimidad y confianza que se crea entre columnista y lector. El comentario es un punto de vista o un texto explicativo que aparece al lado de una información. La firma el jefe de sección o el que ha cubierto la información. Cumple alguno de los requisitos de la columna, pero carece de continuidad y por tanto de la intimidad entre escritor y lector que surge con las columnas.

Junto a esos tres rasgos, y ya en un segundo nivel, habría que situar:

La relevancia tipográfica. Se tiende a buscar una distinción visual: un recuadro, una fotografía, etc.).

La extensión similar. Obviamente, existe cierta homogeneidad entre las columnas de un mismo articulista; e incluso, en algunos casos, la extensión es idéntica día tras día. Ahora bien, las dimensiones pueden cambiar mucho sin que se desdibuje la columna.

Por último los hay que exigen una cabecera o un título general, pero:

*Hay columnas que no la tienen
*Hay cabeceras que comparten columnistas distintos
*Hay cabeceras que son exclusivas de un columnista

Al margen de estos rasgos, más externos que internos hasta el punto de que alguien llegó a decir que “columna es un espacio fijo que un medio de comunicación asigna a una determinada firma” (Vivaldi); la columna se caracteriza por su absoluta libertad. Dice Contreras que la columna “es libre porque uno escribe lo que le da la gana y cómo le da la gana, siempre y cuando, claro, tenga fundamento. A la vez es de las que más responsabilidad exige, porque en cada artículo se juega uno su prestigio”. Evidente, cuanto mayor es el grado de libertad más aumenta la responsabilidad: no hay a quien culpar cuando uno decide en solitario.

Manuel Hidalgo, Gomis, Pilar Urbano insisten en la idea de la columna como terreno acotado, como ámbito de la privacidad, como espacio en el que uno da su personal visión de lo que pasa. Y esa idea subraya la mencionada de la libertad.

¿En qué se concreta esa libertad?

-Temas e ideas. Es cierto que existe una tendencia a la especialización temática por secciones: hay columnistas deportivos, de política nacional, internacional o local, de economía, etc. Ahora bien, el columnista elige dentro de ese ámbito temático amplio el tema de su columna y las ideas que va a expresar al respecto.

En cuanto a las ideas, los periódicos buscan a aquellos columnistas que más concuerdan con su línea ideológica y los columnistas buscan aquellos periódicos donde se sienten cómodos, aquellos donde más cercana les resulta la audiencia, porque su audiencia se nutre de la audiencia del periódico. Habitualmente no existe una disparidad brusca, clara y manifiesta –de modo continuado al menos– entre columnista y periódico.

(Lógicamente, en caso de conflicto, se impone el director. Al columnista le queda la posibilidad de abandonar el medio.)

-Estilo. Hay ejemplos para todos los gustos. La familiaridad de los textos noticiosos desaparece en las columnas. En todo caso, es lógico que el columnista respete las características de todo buen escrito: unidad, claridad, precisión y concisión. Debe huir del barroquismo y la complicación. Quien no respete esas normas se quedará pronto sin lectores, salvaguarda de su independencia y sostén de su columna.

Dentro del aspecto estilístico, hay también libertad para elegir el tono. Mientras que las noticias se caracterizan por un tono más o menos homogéneo; en las columnas, el periodista dispone de mayor margen de maniobra y puede optar por un tono formal o informal, irónico, humorístico, agresivo, polémico, suave, confidencial, etc.

-Estructura. Está muy poco formalizada: lógico, si decimos que la columna se caracteriza por el toque personal, cuanto más formalizado, menos personal. Eso sí, hay que preocuparse mucho por los comienzos y los finales. La entrada es fundamental y el final también. No puede ser que la columna termine sin más y que sea el punto final el que indique al lector que ha concluido. Es decir, el texto no se puede parar sin más como sucede con las noticias construidas con el formato de pirámide invertida.

-Formas expresivas. Por formas expresivas entiendo las distintas posibilidades que tenemos de usar el lenguaje. No hablo aquí de tipos de texto, sino de maneras de usar el lenguaje: la narración, la representación (diálogo) y la argumentación. Hay:

*columnas narrativas. Ahora no con la profusión de antes ni con la de otros países como Estados Unidos. Pero las hay. Pueden ser:
#ficticias
#reales
*columnas representativas: también pueden ser reales o ficticios.
*columnas argumentativas

*columnas con combinaciones:
#narración +representación
#argumentación + narración
#argumentación + representación

Más difícilmente nos encontraremos columnas exclusivamente descriptivas. La descripción como técnica de escritura básica suele complementar a las otras formas expresivas.

La amplísima gama de posibilidades que se le ofrece al columnista le obliga a elegir. Y esas elecciones de temas, ideas, tonos, estilos; junto a otras decisiones especialmente relativas a los valores y su jerarquía van mostrando una personalidad, una manera de ser y comportarse ante los acontecimientos, unas preferencias morales –y a veces, políticas –, unas determinadas intenciones y unos gustos. Todos esos elementos crean lo que la retórica clásica denominaba el ethos del orador, el talante. El columnista deja en sus artículos una impronta de sí mismo que configuran un talante determinado que se convierte en un banderín de enganche: todos aquellos de entre los lectores cuyo talante coincide con el del columnista acaban convirtiéndose en su audiencia.

La coincidencia con ese talante hace que nosotros otorguemos al columnista los rasgos de sinceridad, credibilidad y competencia. Tendemos a fiarnos de aquellos con los que habitualmente coincidimos, aquellos con los que compartimos valores y planteamientos, aquellos que reaccionan ante las cosas, las personas y los acontecimientos de un modo similar a como lo hacemos nosotros. Esas similitudes nos hacen sentirnos a gusto con un columnista y fiarnos de él. De ahí nace una característica esencial: la fidelidad al columnista y la atmósfera de intimidad que existe entre columnista y lector.

Surge una espontánea adhesión a ese columnista porque existe una sintonía en todos o la mayoría de aquellos elementos.

Zinsser escribe al respecto en su conocido On Writing Well:
*"Cuando decimos que nos gusta el estilo de un escritor, queremos decir que nos gusta su personalidad tal y como se expresa en el papel" (p. 267)
*"Siempre sentí que mi estilo es la cuidadosa presentación en el papel de quien pienso que soy" (p. 268)
*"Pero en la cuestión de si al público le gustas o le gusta lo que dices, o está de acuerdo con ello o siente afinidad por tu sentido del humor o tu visión del mundo, no te des un momento de preocupación. Eres quien eres, él es quien es, y os lleváis bien o no" (p. 28)

Dice Vivaldi en Géneros periodísticos: "El contraste de un buen artículo periodístico, su 'ley', es el comentario del lector. Comentario positivo, no negativo, elogioso, no vituperante; cuando el que lee piensa o comenta: 'esto es lo que yo digo'. Y siente como un regusto íntimo de encontrar dicho por otro -bien dicho- lo que él ha pensado siempre. Entonces, cuando el artículo obtiene este eco o resonancia popular -en el más noble sentido del vocablo 'popular'-, solo entonces puede decirse que hubo comunicación, mensaje: verdadero artículo periodístico" (p. 189).

En definitiva, la impronta, la imagen, la personalidad, el yo que aparece –el que somos capaces de perfilar y dibujar a partir de las líneas de un artículo – resulta una persona fiable, creíble y digna de confianza para sus lectores. Cuando esa personalidad de papel con la que coinciden en valores, ideas, preferencias morales [estas tres se ven también por a quién alaba, por qué alaba, cómo juzga los acontecimientos, cómo reacciona ante ellos…], intenciones, gustos, tono vital, estilo, etc. sintoniza con la suya; cuando el talante del columnista –que es todo eso junto – coincide más o menos con el suyo o con el que les gustaría tener; ese talante actúa como banderín de enganche.

Entonces se produce un fenómeno curioso: esos lectores que sintonizan se convierten en audiencia y los que no, se quedan en simples lectores. Y ¿cuál es la diferencia entre audiencia y lector? Un simple ejemplo bastará para entenderlo. Yo suelo leer a Shetumul una doble razón profesional: (1) es un columnista de renombre que debo conocer dada mi dedicación profesional y (2) de él intento aprender a escribir: a crear metáforas e imágenes gráficas, comparaciones y analogías, vocabulario, etc. No me incluyo entre la audiencia de Shetumul me fío poco de lo que dice, y, en ocasiones, me enfado con él. Pero sí me cuento entre los lectores de Shetumul.

En resumen. Uno puede acercarse y leer a un columnista porque quiere aprender a escribir, y ese escritor domina a la perfección el lenguaje o dispone de un caudal léxico abundante, o porque quiere saber lo que dice sobre un tema determinado para rebatirle o porque habla de uno en una columna o porque uno es un crítico y quiere valorar su estilo, etc. Y así podríamos seguir enumerando razones. Pero solo nos convertimos en audiencia cuando le leemos porque sintonizamos con él, porque nos sentimos a gusto, porque al acabar decimos: cuanta razón tiene o este periodista tiene un gran sentido común. Además, dependiendo de los temas solemos añadir: cuanto sabe, es muy competente. Por eso el columnista nunca intenta producir grandes cambios en su audiencia: más bien sirve como contrafuerte, como asegurador, como puntal que la reafirma en los valores ya compartidos.


Además, esto explica que una de las mejores maneras de aprender a escribir columnas sea la de leer algún columnista que nos guste: si nos gusta, es que coincidimos en los talantes, por tanto nuestro yo, nosotros mismos, nos encontramos cómodos en ese cauce expresivo. Luego, poco a poco, iremos adquiriendo nuestro toque personal, distinguiremos nuestra propia voz, porque nadie es exactamente igual a otro: sentiremos la necesidad de encontrar nuestro propio estilo.

Aquí les quise compartir un poco del criterio que tengo de LA COLUMNA, espero les deje algo a ustedes y podamos en la clase poder desarrollar este apasionante tema, es de los que más me gusta porque permite expresar uno, no otro ú otros, aparte de asumir mi responsabilidad a la hora de escribir y ese reto es atrapante.

LA COLUMNA, un tema que no puede falta de conocerse y ojalá que dentro de ustedes existan grandes columnistas que logren atrapar la atención de muchas personas y puedan crecer como profesionales.

Seguimos en contacto, mientras tanto...que el éxito les acompañe.

M.A. Lic. Ruddy Miguel Girón López

12 comentarios:

luis miguel dijo...

Lic por primera vez logro colocar mi comentario en primer lugar pero eso es porque le quito el punteo a la participación virtual, no creo que eso sea lo correcto para mi pero bueno, gracias por hacer tiempo para subir información

Unknown dijo...

se da cuenta lic. le por decirle que era mucho el doc. le agrego jaja bueno lic. sera dificil leer todo esto pero hare el esfuerzo de leerlo ya que estoy un poco corto de tiempo aca en el trabajo.
ate. Nery Hernandez
carne 200722098

Miguel Rafaél dijo...

Definitivamente no se puede leer tantas páginas en tan poco tiempo pero ya imprimí el documento y en los tiempos libres los leeré. Gracias por tomarse el tiempo para investigar, redactar y luego subirlo para que esté disponible.

Paola dijo...

Cada vez mas extensa la informacion quiere ganas leer todo eso pero igual hay que esforzarse y tratar de aprendernos todo contal de que no nos pase lo del examen del sabado que nos agarro re feo gracias por la info y buen retorno a su hogar por su viaje....

Anónimo dijo...

Gracias por la info lic. ya listos para la clase de mañana, no termine de leer pero ya logre imprimirlo, feliz tarde
Mayra Siguantay

Unknown dijo...

Gracias lic por la info pero si es mucha, aunque debo de esforzarme mas para mejorar mi nota, aunque en mi caso el trabajo me absorbe mucho por lo que me dificulta mucho estar simpre al tanto.

Miguel Roquel
200820980

Unknown dijo...

buenas tardes lic. fijese ke en si logre comprender ke la columna es lo ke el columnista cuenta de lo que pasa en temas de interes y lo mas necesario en una columna es la firma. aunke dejeme decirle ke no soy nada buena en cuestiones de plasmar mis pensamientos.
espero le haya hido bien en su viaje y nos miramos el sabado

MARIOJO dijo...

Entiendo que la Columna es la expresión, el punto de vista de una persona ante determinado acontecimiento de interés público, en esta el Columnista deja ver lo que piensa acerca de algo o de alguien, basado en hechos que el ha investigado antes.

Lic. de verdad la información esta bastante completa, gracias...

Unknown dijo...

hola Lic. como le va? espero que muy bien, fijese que la semana pasada habia leido el documento pero lo volvi a leer por lo que le digo que la columna es muy interesante dependiendo el tema a tratar en mi punto de vista, pero creo que podemos aprender mucho de ella.

Saluditos,

Mitzi Quisquinay
200722485

Unknown dijo...

Lic. Agradezco el esfuerzo que usted realiza con el tiempo que utiliza para subir la información al blog, ¡pero! Cada vez se pasa más, con la cantidad de contenido que nos brinda pero como no todo en la vida es fácil yo también hare mi esfuerzo para leer y comprender el documento.

Erick Yancor

SELVIN dijo...

selvin garcia gracias lic por el tema de la columna, al obtener experiencia logramos tener una opinion propia sobre cualquier tema. con el tiempo puedo ver el desarrollo que he ido obteniendo en su curso, es una excelente manera de proceder de su parte. yo pienso que al que le interese aprender buscara los medios necesarios lastima por el que no le guste...

Unknown dijo...

espero que siga con la dinamica que lo ha caracterizado me gusta la informacion que nos a enviado nos vemos.